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Poetas y narradores al sur del Sur

de Eliana Arévalo

Cuidades que inspiran

Cada país tiene su poesía, su narrativa. Cada ciudad tiene algo que nos inspira de cierta manera. Sus parques y plazas, sus edificios, sus vecinos y todos quienes la recorren. Cada país tiene también, escritores a quienes conmueve lo que sucede en su lugar del mundo, en su ciudad, en su distrito, en su propia vida.

Buenos Aires es un claro ejemplo de inspiración. La historia literaria que acompañó el crecimiento de esta ciudad es una muestra de cómo sus poetas y narradores han utilizado la palabra para dejar una huella de cada barrio. O en todo caso también podría decir que cada barrio ha dejado una huella en algunos libros cuando sus escritores han tomado rincones desconocidos, calles poco transitadas, cafeterías tradicionales, casas emblemáticas o simplemente algún departamento anónimo, para convertirlo en el epicentro de sus historias.

Es una lista larga la de los escritores y poetas a través de la historia argentina. Yo he tenido la suerte de leer algunos de ellos. Oliverio Girondo, Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo, Roberto Artl, Ernesto Sábato, entre otros, son varios de los narradores que hacen referencia a la ciudad, en sus poemas, cuentos y novelas.

Las partes destacadas de Buenos Aires

Ellos han sido “tocados” por el encanto de algún rincón de la ciudad y lo han plasmado en sus historias. El poeta Oliverio Girondo por ejemplo, escribió un poemario titulado “Veinte poemas para leer en el tranvía” (1922) cuya lectura podía realizarse justamente en el tiempo que tomaba el recorrido del pequeño tren que viajaba por el antiguo barrio de San Telmo, uno de los primeros de la ciudad.

En El Túnel, Ernesto Sábato hace descripciones detalladas de la Plaza San Martin, un parque histórico ubicado en el barrio de Retiro que se caracteriza por sus majestuosos árboles que le dan un sentido asimétrico y misterioso a la plaza. Allí la pareja principal de esta novela existencialista de los 50, sella su historia de amor en Buenos Aires. Esta plaza fue construida en honor a José de San Martin conocido como el “Padre de la patria” por lograr la independencia de Argentina, Perú y Chile.

El reconocido poeta Leopoldo Marechal, hace un viaje por la geografía urbana y arrabalera* de Buenos Aires en su novela Adán Buenosayres, donde el personaje inicia un viaje simbólico por la ciudad tres días antes de su muerte, retratando algunos reconocibles personajes de la literatura de entonces. Con esta novela, Marechal caló hondo en la sensibilidad argentina de las generaciones de escritores posteriores.

Silvina Ocampo, poeta y conocida como escritora de estilo fantástico, tituló uno de sus poemarios “Árboles de Buenos Aires” (1979) poemario que como otros, está dedicado a la descripción y exaltación de la belleza de elementos naturales como las plantas que eran una pasión de la escritora y que en este caso se concentró en los de Buenos Aires.

Iniciar la lectura de cualquiera de estos autores, es una buena idea para introducirnos en la mirada de ellos sobre Buenos Aires y un primer paso para conocer esta ciudad que en cada esquina puede rememorar una parte de París, de Madrid, de Barcelona, mezclada con la cotidianeidad latina y cosmopolita.

  • Una arrabalera o arrabalero es un habitante de un arrabal, barrio fuera del recinto de una población, es decir, una comunidad marginal situada alrededor de una ciudad, como las que abundan en nuestras ciudades latinoamericanas